En la parcela de forma rectangular se proyecta una vivienda unifamiliar aislada de dos plantas más un sótano, con una piscina a nivel de planta baja. Esta parcela cuenta con un gran desnivel sur-norte y la vivienda se adapta a esta topografía, manteniendo el arbolado existente y proporcionando amplias vistas sobre la Sierra de Madrid.
Como consecuencia de la pendiente, la planta sótano se abre al jardín, en el que, además de mantener las encinas y arbolado, se ha creado una amplia pradera con buenas vistas a las montañas.
La planta baja se conforma como un único y amplío espacio continuo, en el que se integran cocina, salón, comedor terraza y piscina, con grandes ventanales abiertos al paisaje, iluminado siempre por la luz del sur, convirtiéndose en el centro del hogar.
La planta primera se destina a cuatro dormitorios y un espacio de estar familiar. Todos los dormitorios disponen de amplias vistas sobre la parcela y cuentan con un vestidor y baño incorporado, siempre iluminado con luz natural y lucernarios.
Se dispone como elementos de comunicación vertical un núcleo de escaleras que comunica todas las plantas del inmueble, así como un ascensor de 4 paradas, desde el sótano a la planta de cubierta.